Desde Santiago de Compostela en España, la exestudiante de la carrera de Gastronomía de la Facultad de Ciencias de la Hospitalidad de la Universidad de Cuenca, Claudia Merchán Valdivieso, comparte su alegría por haber obtenido una estrella Michelín siendo parte del restaurante Auga e Sal.
“Lograr una estrella es el máximo reconocimiento para un cocinero”, menciona en una charla vía zoom, mientras rememora que la alma máter le enseñó lo fundamental para desarrollar una cocina más elaborada y con técnica, cómo montar un restaurante y todo el esfuerzo que ello implica. Resume que acá cimentó las bases para hoy gozar de un triunfo que soñaba desde que empezó en esta profesión.
Al culminar los estudios se vinculó al instituto San Isidro desempeñándose en el área de repostería. Posteriormente, en el afán de elevar su nivel, viajó a España para seguir una maestría en pastelería y cocina dulce en el Basque Culinary Center, una de las instituciones académicas más reconocidas por su alto nivel de formación en el sector gastronómico.
Su incursión en Auga e Sal se dio en julio de 2020, junto a su pareja Axel Smyth, quien lleva las riendas de la cocina. Claudia comenta que debido a la pandemia la reapertura del restaurante y mantener la dinámica ha sido un arduo trabajo, de ahí que alcanzar la estrella Michelín es el resultado del esfuerzo y compromiso de cada integrante del equipo.
Para saber
- Desde pequeña Claudia tuvo pasión por la pastelería, siendo su madre Miriam Valdivieso su primera profesora. Recuerda que juntas experimentaban varías recetas de postres, galletas, bizcochos, etc.
- De la cocina dice que nunca se termina de aprender, por eso en sus planes está continuar preparándose y más adelante regresar a Cuenca a instalar un restaurante que tenga un huerto propio.
- A sus padres y hermanos les agradece el apoyo incondicional y la motivación para conquistar sus sueños, “por ellos estoy donde estoy”. Suma el de su pareja Axel Smyth.