La expectativa que tiene la sociedad sobre la universidad ha cambiado aceleradamente. Asuntos como: incrementar la posibilidad de acceso de las y los jóvenes en edad de estudiar o diversificar la oferta a la cual pueden acceder, son solo algunos de los desafíos a los que nos vemos enfrentados para esta década, proveer i información científica de calidad para resolver los problemas de nuestros entornos, más eficientes para usar nuestros recursos y generar más valor agregado en cada uno de los servicios que brindamos a la sociedad.

Para enfrentar estos y otros retos futuros, necesitamos una hoja de ruta que guíe las principales acciones que tenemos que implementar para construir una universidad presente y valiente en el quehacer nacional, que internamente consolide los valores democráticos para fortalecer la vida en comunidad y un sistema de gobierno horizontal que permita construir la nueva U, excelente, pertinente, con formación de calidad y conocimiento transformador que ubica a nuestros estudiantes como centro y finalidad del proceso educativo, y a nuestras sociedades, como centro y finalidad del proceso investigativo y de vinculación.

Esta hoja de ruta no es un documento estático, en esta nueva época de la Universidad, entendemos que la realidad está en constante cambio y nuestro camino deberá ajustarse para garantizar que los objetivos que hemos acordado se cumplan. Como dijo Lao Tse “un viaje de mil millas empieza con el primer paso”. Este plan es este primer paso para todas y todos.