Fortalecer las políticas de erradicación de la violencia contra las mujeres en los predios universitarios, a través de la reforma al “Protocolo de prevención y actuación en caso de acoso, discriminación y violencia basada en género y orientación sexual en la Universidad de Cuenca”, es el reto que se ha planteado la institución en alianza con el Centro de Planificación y Estudio Social (CEPLAES).
En ese objetivo, la mañana del 26 de noviembre, firmaron un convenio que es parte de un proyecto nacional orientado al establecimiento de políticas públicas e instrumentos para el cumplimiento de la Ley Orgánica Integral para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra la Mujer (LOIPEVCM).
La rectora María Augusta Hermida puntualizó que, contar con dicha herramienta fue un primer paso en la lucha por la erradicación de la violencia, sin embargo, es clave ajustarlo y adaptarlo a las necesidades, de ahí que las mejoras deben ser construidas colectivamente.
La coordinadora del CEPLAES, Sonia García, indicó que entre las principales líneas de acción apuntan a la prevención. “Es preciso cambiar prácticas nocivas, construir nuevas masculinidades y actitudes de autocuidado de las mujeres”.
Incluirán la realización de un seminario para recoger buenas prácticas de centros universitarios del país con el objetivo de sumar experiencias y sobre esa base fortalecer el protocolo existente para convertirlo en uno práctico y operativo que brinde respuestas efectivas.
García sostuvo que, al momento, lo más complicado para las víctimas es denunciar, pues se vive en una cultura del silencio, motivada por el miedo. Considera que a nivel nacional falta un sistema que brinde respuestas claras y sanciones ejemplificadoras hacia el agresor, además de la implementación de mecanismos de reparación a la víctima que contemple: acompañamiento psicológico, generar un entorno que les crea y apoye; que no las sancione posteriormente.
Añadió que la alianza con la Universidad de Cuenca es clave para sumar esfuerzos y romper con estructuras que han impedido a las mujeres universitarias denunciar casos de violencia. Por medio de ese trabajo interinstitucional esperan construir una propuesta de política pública a nivel nacional para presentarla a la Senescyt y así lograr reformar el protocolo y sus normativas.
Para la presidenta de la Asociación Femenina Universitaria (AFU), Samanta Palomino, la experiencia de CEPLAES, desde una perspectiva global de género, social e institucional, avizora una reforma al protocolo tangible, real y cercana.