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Presentación de libros: Diccionario del lenguaje juvenil y Los cañaris y su lengua

La Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación, el Vicerrectorado de investigación y el Programa de Lectura y Escritura Académicas, Cátedra UNESCO para la Lectura y la Escritura, sede Ecuador, invitan a la presentación de los libros: Diccionario del lenguaje juvenil, de Manuel Villavicencio y Los cañaris y su lengua, de Oswaldo Encalada Vásquez.

Fecha: Jueves 28 de octubre de 2021

Hora: 18:30

Lugar: Aula Magna “Mario Vintimilla” de la Universidad de Cuenca.

 

Diccionario del lenguaje juvenil, de Manuel Villavicencio

La práctica lexicológica es tan antigua como la cultura occidental. Muchos pueblos se han preocupado por compilar y analizar vocablos de otras y de su misma lengua, no solamente empujados por la necesidad de comunicarse en idiomas distintos al suyo, sino también atraídos por el ingenio de la creación lingüística a nivel de lo popular que es –como todos sabemos– en donde viven las lenguas.

En la amplitud de un corpus trabajado durante varias décadas, el autor ha decidido conservar únicamente las entradas que en la actualidad se hallan en uso entre los jóvenes por ser este un diccionario de habla. Acertadamente, los lingüistas nos recuerdan que “la variación interna inherente a toda lengua natural es la causa de que se produzcan los cambios lingüísticos” (Torrens, 2007, p. 23), y esta variación es de carácter gradual, que no permite establecer cortes cronológicos precisos en largos periodos, mucho menos en un periodo de treinta años. Esa es la razón por la que el referente del lector de este diccionario será el año de su publicación. Eso sí, aunque es cierto que en el sociolecto las generaciones jóvenes son las que introducen más cambios, sorprende ver que hay términos que se usaban en la jerga juvenil hace 20 años y que persisten entre los jóvenes de hoy. Por ejemplo, el término “avión” que designa a una persona ebria. Por otro lado, el corpus incluye también términos de creación reciente como “megatrón” para referirse a una persona de gran estatura; o “matrix”, para referirse a quien muestra mucha destreza en el uso de la tecnología. Este aspecto nos recuerda que la lengua es mutable e inmutable a la vez, como lo decía Ferdinand de Saussure en su célebre Curso de Lingüística General (1945).

 

Los cañaris y su lengua, de Oswaldo Encalada Vásquez

Hace cien años, y con motivo de celebrarse el primer centenario de la independencia de la ciudad de Cuenca, aparecieron  algunas obras de carácter histórico y lingüístico, que devinieron en hitos fundamentales para el conocimiento de la realidad regional. Estas obras fueron Cuenca de Tomebamba (1921) de Julio María Matovelle; Tomebamba de los incas (1921) de Tomás Vega Toral; Apuntes de arqueología cañar (1922), de Jesús Arriaga; El quechua y el cañari (1923) de Octavio Cordero Palacios, y El Azuay histórico (1926) del mismo autor.

Para la realización de nuestro trabajo hemos recurrido a los tempranos cronistas de Indias, por ser los primeros en brindarnos noticias sobre la etnia, el territorio y la lengua de los cañaris. Más adelante, el estudio se fundamenta en la labor pionera de Octavio Cordero Palacios (1981) y también en los cinco tomos de nuestro Diccionario de toponimia ecuatoriana (2002).

Al final de las listas presentamos dos cuadros, que podrán mostrar, de forma rápida y panorámica, el conjunto de las raíces cañaris, tanto en su orden alfabético como en lo referente a la frecuencia de presentación.

Av. 12 de Abril y Av. Loja / (593-7) 405 1000 / Cuenca - Ecuador

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