La labor desempeñada en el Orquideario, del Ecocampus, de Balzay, ha sido muchas veces galardonado, más en esta ocasión el reconocimiento también es para su trabajador más antiguo.

En la última clasificación de estas plantas en el mundo, se sumaron 40 nuevas especies, siendo 17 nativas de Ecuador; y entre estas una ha sido bautizada con el nombre de Morochoi, en honor a Servando Morocho, quien fue el que hizo el hallazgo en Zapotillo, provincia de Loja.

El cultivador inició hace 28 años como primer empleado del vivero especializado en orquídeas y desde entonces ha sido parte de delegaciones para la recolección de muestras de esta exótica flor. Dijo que en ese viaje estuvo con el anterior director de su dependencia, Diego Vázquez y otro de los impulsadores del proyecto, Rómulo Aguilar.

“Mientras el doctor Vázquez se quedaba en el carro, salimos con el doctor Aguilar y encontramos tres especies, entre las que se contaba esta que aún no había sido estudiada”, comentó, para luego describirla como del género Epidendrum.

La actual directora, Rafaela Anzaloni, informó que el año pasado tuvieron la visita del experto Eric Hágsater, quien lideró la investigación en el Ecuador. “Entonces revisó las orquídeas que teníamos aquí y observó que había una especie no descrita y era la que Servando había recolectado hace un tiempo, dándole todas las características, por eso cuando se hizo el anuncio fue una alegría para nosotros”, acotó.

La Epidendrum Morochoi puede estar en peligro de extinción, ya que se la halla en un área no protegida. Su habitad natural es en el bosque seco al extremo sur de Ecuador y norte de Perú. Vive sobre los árboles muy altos y es de flor pequeña. La publicación con su identidad se la hizo en un artículo de la revista científica Icones Orchidacearum, por el especialista Hágsater.

Es la segunda ocasión en que se aporta, desde la institución a la ciencia con un descubrimiento en esta área. En el 2004 se lo hizo con el ejemplar Universitas Cuenca, proveniente de la provincia del Cañar, teniendo también la colaboración de Servando Morocho.