Autor: Esteban Samaniego
La ciencia busca tanto objetividad como racionalidad. Por esto, tradicionalmente suele considerarse que la ciencia se divide en dos clases: experimental y teórica.
Los experimentos virtuales en el diseño de sistemas de ingeniería.Ilustración: Pablo Jarrín
La ciencia, al buscar tanto objetividad como racionalidad, tiene una vertiente experimental cuya sistematización se busca para dar lugar a teorías. Por esta razón, suele considerarse que la ciencia se divide en dos clases: teórica y experimental. Con el advenimiento de las computadoras, se dice a menudo que a estas clases se debe añadir una tercera: la ciencia computacional. Esta se fundamenta en conceptos teóricos y trata de reducir (pero no eliminar, por supuesto) el número de experimentos necesarios para contrastar dichos conceptos con la realidad. De esta manera, se intenta realizar tantos experimentos virtuales (simulaciones) como sean necesarios, para aminorar, en la medida de lo posible, la necesidad de llevar a cabo experimentos reales, los cuales pueden llegar a ser muy costosos.
En el caso de teorías científicas que han sido extensamente contrastadas, la ciencia computacional puede servir para realizar experimentos virtuales en los que existe gran control sobre las variables involucradas. La posibilidad de explorar alternativas muy complejas o imposibles de estudiar experimentalmente es enorme. Esto, por otro lado, abre la puerta a un universo de oportunidades para la ingeniería. Es importante poner de relieve que la ingeniería contemporánea se fundamenta en la ciencia, más precisamente, en teorías que han sido escrupulosamente contrastadas en los rangos de aplicación requeridos. El control que proporciona la realización de simulaciones permite estudiar escenarios relevantes para el diseño de sistemas de ingeniería.La ciencia e ingeniería computacional (computational science and engineering, CSE) se encuentra en la intersección entre las ciencias de la ingeniería, la informática y la matemática aplicada. Se parte de modelos matemáticos de sistemas naturales o de ingeniería formulados usando teorías científicas. Las características cualitativas de dichos modelos matemáticos se estudian usando conceptos tanto matemáticos como científicos. A continuación, se generan modelos numéricos, los cuales se transforman a su vez en algoritmos. Dichos algoritmos pueden ser entonces codificados para generar herramientas informáticas de simulación. Son estas herramientas las que se usan para la experimentación virtual.
La ciencia e ingeniería computacional ha tenido aplicaciones exitosas en muchas áreas: cosmología, clima, meteorología, biología, ciencia de los materiales, ingeniería mecánica, ingeniería aeronáutica, etc. Actualmente, existen muchos programas de posgrado en las más prestigiosas universidades del mundo en este campo. Ante la relevancia adquirida por este nuevo paradigma, la SIAM (Society for Industrial and Applied Mathematics) y la ACM (Association for Computing Machinery) ofrecen un premio cada dos años en esta categoría desde 2003 que reconoce “contribuciones sobresalientes al desarrollo y uso de herramientas matemáticas y computacionales para la solución de problemas de ciencia e ingeniería”. Se podría decir que este es el “Nobel” de la ciencia e ingeniería computacional. En la Universidad de Cuenca existen ya varias contribuciones en esta línea, que incluyen varias publicaciones en revistas científicas de primer nivel. Sin embargo, lo más importante es qué hacer para seguir creciendo. Las posibilidades se avizoran como virtualmente infinitas.Sobre autor:
Esteban Samaniego
Esteban Patricio Samaniego Alvarado
Profesor titular principal de la Universidad de Cuenca
Doctor en Mecánica Computacional por la Universidad Politécnica de Cataluña
Ingeniero Civil por la Universidad de Cuenca
RG: https://www.researchgate.
Contacto: Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Necesita activar JavaScript para visualizarla..