Modelo de Gestión de los Residuos Sólidos enfocados en los Centros de Acopio de Reciclaje de Cuenca, se denomina el proyecto realizado por la Universidad de Cuenca.
El estudio se hizo en alianza con la Empresa Municipal de Aseo (EMAC EP), de la Alcaldía de Cuenca y en colaboración con el Gobierno Autónomo Descentralizado de la parroquia Santa Ana.
Tras los resultados del estudio y con base a especificaciones técnicas, se construyó una banda mecánica de clasificación de materiales que fue entregada este 30 de noviembre a la Asociación de Recicladores del Centro de Acopio El Chorro.
La vicerrectora de la Universidad de Cuenca, Catalina León Pesántez, resaltó el compromiso institucional en la realización de proyectos que contribuyen al desarrollo social.
El estudio, en el que se trabajó por más de un año, surge de la necesidad de estandarizar y tecnificar el reciclaje en la ciudad para brindar mejores condiciones de vida a las personas que se dedican a este oficio y se ha identificado que están en los umbrales de la pobreza y pobreza extrema.
De acuerdo al técnico de investigación Santiago Cajamarca, un reciclador primario percibe un ingreso de 125 dólares mensuales, que sumadas a otras carestías, se exponen a condiciones de vulnerabilidad.
La iniciativa estuvo contemplada bajo tres aristas: social, económica y técnica. Entre las acciones se detalla el levantamiento sociodemográfico de los recicladores, con la EMAC realizaron la identificación de los materiales que se recuperan y adicionalmente el estudio estableció la cadena de valores al contar con un mapeo desde los generadores de los residuos sólidos hasta su destino final.
En el ámbito de industrialización se destacan los estudios de rediseño de la planta recicladora de El Chorro, los de adquisición de maquinaria, la estandarización de procesos (cómo se debe trabajar en la planta), y el tema de seguridad ocupacional, todo con miras de mejorar la productividad y precautelar la salud de este grupo poblacional.
Para el investigador Santiago Jimbo un pilar fundamental del proyecto fue conocer a la persona tras el reciclaje, entender que su oficio beneficia a la sociedad en general y por ello la necesidad imperante de valorarlos. La intención es que, por medio de los resultados se les brinde nuevas oportunidades que mejoren sus condiciones de vida.
“La premisa que manejó el grupo de investigación fue cambiar la parte rudimentaria que tenía el reciclaje y mirarlo desde una perspectiva de formalización”, agregó Jimbo y sostuvo además que, para el éxito del proyecto, la participación de la EMAC como aliada estratégica fue esencial.
La banda de clasificación de materiales permite optimizar la labor al poder separar los residuos de manera más ágil, técnica y ordenada, lo que repercute directamente en un incremento de ingresos y mejoramiento de las condiciones de vida.
A tomar en cuenta
- El proyecto se desarrolló dentro de un convenio específico entre la Universidad de Cuenca y la EMAC EP. Para su realización se hizo un compromiso de la parte económica y logística entre ambas instituciones.
- Se trabajó bajo la perspectiva de “negocio inclusivo”, que considera a los recicladores como socios estratégicos de las empresas que usan los residuos reciclados como materia prima.
- Otro aspecto a resaltar, es romper estereotipos sociales hacia los recicladores. La U. de Cuenca y EMAC EP pretenden visibilizar la importancia de este grupo de la población.
- El proyecto es resultado de la Décima Sexta Convocatoria de la Dirección de Investigación de la Universidad de Cuenca (DIUC) que se ganó gracias al apoyo de la EMAC EP.