Cápsula | Una educación para la paz y el derecho a la ternura: la vindicación del rol social de los docentes

Autores: María Teresa Arteaga Auquilla y Jorge Maldonado Mahauad

La educación para la paz y el derecho a la ternura son fundamentales para construir sociedades justas y equitativas.

 Es necesario repensar los objetivos y las metodologías educativas en todos los niveles.  Foto@partystock

El combate armado y la agresión física no son las únicas manifestaciones de violencia, también lo son la exclusión, la injusticia (social, económica, epistémica, curricular, de género, etc.) y la pobreza, que llevan al sufrimiento y la muerte de las personas. En estos tiempos de permanente cambio y violencia normalizada con “retos ambientales, sociales, económicos, políticos y espirituales” (UNESCO, 2000), cabe preguntarse: ¿cuál es el rol de la universidad?, y ¿qué universidades necesitamos? (Gentili, 2011).

Las universidades deben “luchar contra la opresión y la injusticia”; además, al ser un espacio público construido sobre valores deben reafirmarse en la producción o la invención de utopías, alejándose de la reproducción de tiranías (Gentili, 2011). De este modo, el rol social de los y las docentes es innegable, ya que son quienes promueven comunidades sobre la base de “derechos humanos, formación ética, espiritual y ecológica” (Lira et al., 2014). 

Educación al servicio de la comunidad . Foto Archivo UCuenca-Ciudad Patrimonio Mundial

En este contexto, la educación para la paz y el derecho a la ternura son fundamentales para construir sociedades justas y equitativas, que respeten los derechos humanos y promuevan la convivencia pacífica entre los seres humanos y la naturaleza. Para transitar de la pedagogía de la crueldad (Segato, 2018) a la pedagogía de la paz y la pedagogía de la ternura, es necesario repensar los objetivos y las metodologías educativas en todos los niveles. Es decir, la educación debe orientarse al desarrollo integral de todas las personas, promoviendo la empatía, la solidaridad, la justicia, la tolerancia y la no violencia.

La educación debe orientarse al desarrollo integral de todas las personas. Archivo UCuenca

La UNESCO (2000) propone una responsabilidad universal para el cuidado de la Tierra y el cuidado entre personas a través de cuatro objetivos: 1. Respeto y cuidado de la comunidad y la vida; 2. Integridad ecológica; 3. Justicia social y económica; y 4. Democracia, no violencia y paz. Para ello no sólo es preciso “desaprender la guerra” (Bastida, 1994) sino también ejercer el derecho a la ternura, expresada en la palabra, lo gestual y lo corporal, en cada rutina sin separación entre lo público y lo privado (Restrepo, 1994). En esta cotidianeidad se vindica el valor social de los docentes como educadores para la paz, no sólo entendida como ausencia de guerra, sino concebida desde la militancia y la justicia socioeconómica sin cabida para la discriminación, la opresión y la omisión (Amar, 2020). 

Educar para la paz y ejercer el derecho a ternura es posible en un continuo aprender, desaprender y reaprender en comunidades que se reconocen en la diversidad, tienen fe en la dignidad de cada persona (UNESCO, 2000) y, fomentan solidaridad, cooperación y responsabilidad a partir del diálogo y la participación activa para la negociación y el consenso (Amstutz, 2006). La construcción de una sociedad justa, equitativa y sostenible es posible en el aula, el barrio, el espacio público y privado si es asumida con responsabilidad de todas las personas (sobre sí mismas, las demás y el entorno) y con una recuperación del valor social de la educación y del trabajo de cada docente. 

 

Referencias:

Amar Rodríguez, V. M. (2020). Un camino para la educación para la paz: Una investigación narrativa. Revista de Paz y Conflictos Vol.13 | No 1 | 2020 | pp. 57-71. 

Amstutz, J. I., Mazzarantani, E., & Paillet, M. N. (2006). Pedagogía de la Paz. Construir la convivencia manejando adecuadamente los conflictos. Departamento de Educación/Cooperativa, Fundación Bica.

Bastida, A. (1994). Desprender la guerra: Una visión crítica de la educación para la paz. Icaria editorial.  

Gentili, P. (2011). Pedagogía de la igualdad. Ensayos contra la educación excluyente. Siglo XXI editores/CLACSO.

Lira, Y., Vela Álvarez, H. A., & Vela Lira, H. A. (2014). La educación para la paz como competencia docente: Aportes al sistema educativo. Innovación Educativa, 14(64), 123-144.

Restrepo, L. C. (1994). El derecho a la ternura. Arango editores.

Segato, R. (2018). Contra-pedagogías de la crueldad. Proteo.

UNESCO. (2000). La Carta de la Tierra. Secretaría Internacional de la Carta de la Tierra.

 

María Teresa Arteaga. Especialista educativo en la Dirección de evaluación interna y Coordinadora de investigación de la Maestría en Educación, mención Inclusión educativa y Atención a la diversidad (I cohorte) en la Universidad de Cuenca. Doctoranda en Historia y Arqueología por la Universidad Complutense de Madrid y Magíster en Estudios de la Cultura por la Universidad Andina Simón Bolívar. https://cuenca.academia.edu/Mar%C3%ADaTeresaArteagaAuquilla

Jorge Maldonado Mahauad. Director de Evaluación de la Universidad de Cuenca, e investigador en el Departamento de Ciencias de la Computación. Es Doctor en Ciencias de la Ingeniería y actualmente es el coordinador para Latinoamérica de la Comunidad de Analíticas de Aprendizaje. Trabaja en avances científicos que buscan mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje en entornos presenciales, híbridos y en línea, mediante el desarrollo y aplicación de metodologías pedagógicas combinadas con el uso de la Inteligencia Artificial. https://scholar.google.com/citations?user=4_iqY_cAAAAJ&hl=es

 

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