Hipatia era hija de Teón, matemático, astrónomo y profesor en la biblioteca de Serapeo. Esta biblioteca era sucesora de la Gran Biblioteca de Alejandría en Egipto tras la destrucción de la misma. En aquella época, los sabios como Teón se dedicaban a escribir los Comentarios: ordenaban, reescribían a mano los volúmenes importantes y hacían comentarios manuscritos en el margen. Hipatia fue alumna del propio Teón y escribió también Comentarios.
Perteneció a la escuela neoplatónica, una corriente filosófica de su época que tomaba, entre otras, ideas de los pitagóricos, sucesores de Pitágoras, los cuales pensaban que la esencia del mundo son los números. De hecho, se conoce que Hipatia fue una de las primeras mujeres que estudió y enseñó matemáticas.
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También se dedicó a la astronomía, analizó matemáticamente los movimientos de los astros descritos por Tolomeo. Además, hizo un planisferio celeste o astrolabio: una carta estelar para reconocer las estrellas y sus constelaciones. Otro de los instrumentos que construyó fue un hidroscopio para pesar líquidos. Frente a la tendencia que pensaba que la Tierra era el centro del Universo (geocentrismo), Hipatia era heliocentrista, es decir, pensaba que el Sol era el centro alrededor del cual giraba la Tierra.
Imagen referencial: astrolabio wordpress
Era conocida y respetada por sus valores éticos y su sabiduría. Representantes políticos, paganos y cristianos recurrían con frecuencia a sus consejos. Su alumno Silesio de Cirene dejó escrito que las clases de Hipatia tenían estudiantes de distintas culturas, religiones y etnias. Sus clases eran diálogos en los que ella discutía con sus alumnos sobre filosofía, matemáticas, astronomía, ética y religión.
Murió asesinada. Cirilo fue nombrado obispo de Alejandría y consideraba a Hipatia una amenaza por su influencia sobre la política imperial y municipal, por lo que empezó a difamarla como una bruja peligrosa. En el 415 a.C., un grupo de cristianos fanáticos la sacaron de su carruaje, la desnudaron y la mataron brutalmente con fragmentos de cerámica. Después quemaron sus restos en las afueras de la ciudad.
En su honor, la Luna tiene un cráter con su nombre.