Teodoro Astudillo lleva 18 años siendo bibliotecario, los últimos ocho los ha dedicado al Centro de Documentación de la Universidad de Cuenca. Hoy, al conmemorarse el Día del Bibliotecario Ecuatoriano, lo celebra junto a sus 23 compañeros quienes conforman el equipo que ejerce este noble oficio en el Alma Mater.

Mientras ordena los libros en una de las estanterías, entusiasmado comenta que la mayor satisfacción como bibliotecario es guiar a los estudiantes a encontrar la información y sentir la gratitud de ellos hacia esta labor.

Para Esthela Durán, coordinadora general del Centro de Documentación Regional Juan Bautista Vázquez, ser bibliotecario es una vocación al servicio de los estudiantes, docentes, investigadores, y ciudadanía en general. Enfatiza que implica preparación diaria con desafíos en los nuevos modelos educativos, logrando así desarrollar habilidades informativas y competencias en el uso de la información para la búsqueda, recuperación y gestión de la información.

Entre las funciones principales del bibliotecario está el organizar la información bibliográfica que permita al usuario identificar y acceder fácilmente al material, ya sea impreso o digital, brindar soporte sobre el uso del catálogo electrónico, bases de datos digitales, repositorio institucional, entre otras.  

El rector de la Universidad de Cuenca, Pablo Vanegas, saludó al personal del Centro de Documentación en su día, exaltando la labor que cumplen; dijo, son “personas invaluables que aportan en la formación de los estudiantes”. Recordó que mientras fue alumno siempre recibió el apoyo del personal de las bibliotecas y hoy al conmemorarse el Día del Bibliotecario Ecuatoriano, reiteró su agradecimiento por la entrega a un oficio de vital importancia.

                          El rector Pablo Vanegas durante el saludo a los bibliotecarios de la Universidad de Cuenca.