La Universidad de Cuenca firmó un convenio con la Empresa Pública Municipal de Aseo de Cuenca, EMAC EP, para el desarrollo de proyectos en el área de recolección, reciclaje y talento humano, enmarcados en la gestión de residuos sólidos para el cantón Cuenca.
Será el Grupo Interdisciplinario de Investigación BioTempus el encargado de poner en marcha el proyecto que cuenta con el respaldo de la Dirección de Investigaciones de la Universidad de Cuenca, dependencia académica que reafirmó su compromiso para continuar con el trabajo en equipo, manifestó su titular, Andrés Alvarado.
Y es que, las dos instituciones han formado alianzas estratégicas a favor del desarrollo social por alrededor de seis años. Con objetivos comunes han emprendido proyectos para mejorar la calidad de vida de quienes laboran en la empresa pública en beneficio del cantón, sostuvo el director de BioTempus, Santiago Jimbo. Describió que el proyecto a ejecutar está dividido en tres aristas, enfocadas en la visión que tiene la EMAC para optimizar la situación de sus colaboradores y las tareas propias del accionar de la empresa.
Así, la primera de ellas es emprender un estudio de salud ocupacional para los recolectores con le propósito de poder conocer cuales son los esfuerzos y las condiciones en las que están trabajando para potenciar las mismas.
Otro aspecto está vinculado a la potencialización de los recicladores de Cuenca otorgándoles mecanismos y conocimientos para mejorar sus condiciones, teniendo como antecedente un proyecto ejecutado hace dos años, en el que se hizo un primer diagnóstico donde se conoció la situación social y económica, sostuvo Jimbo.
Trabajarán también en el desarrollo de un programa de jubilación activa y propositiva, pensando en los colaboradores de la institución municipal que al momento formen parte de la empresa, como de aquellos que culminaron su etapa en esta.
La gerente de EMAC, Dora Ordóñez, resaltó el compromiso la colaboración y profesionalismo de BioTempus y de la Universidad de Cuenca, que fue evidente a inicios de la emergencia sanitaria, cuando el equipo técnico del grupo de investigación “ayudó a definir los requerimientos que teníamos con una población tan vulnerable como son los recicladores”.
Para Ordóñez esta nueva firma de convenio es posible gracias a los buenos resultados de los proyectos anteriores, sumado ahora la voluntad e interés de la rectora María Augusta Hermida por trabajar de manera coordinada con el sector público y privado, sostuvo.
Para la máxima autoridad de la Alma Mater “esta actitud colectiva de apropiación de lo público es un valor fundamental de nuestros modelos de desarrollo local y frente a los cuales debemos estar orgullosos”. Ratificó el compromiso institucional para avanzar hacia el progreso social; destacando que la producción académica y científica ha alimentado los planes locales.