Este viernes 25 de octubre se realizó la presentación del proyecto de liberación de dos águilas Pechinegras y un gavilán.

El evento tuvo lugar en el zoológico Yurak Allpa, de Tarqui, institución promotora de la iniciativa, que cuenta con la asistencia técnica especializada de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, de la Universidad de Cuenca, bajo la dirección de su decano Guillermo Serpa.

En la socialización con prensa y comunidad, el gerente de la casa de preservación animal, Alberto Vele, agradeció la asistencia recibida por parte del equipo de profesionales en diferentes áreas, quienes por año y medio han realizado el proceso de recuperación de las aves. También reconoció el aporte de instituciones como Prefectura del Azuay, Ministerio del Ambiente (MAE) y Comisión de Gestión Ambiental del GAD de Cuenca.

A su turno, Serpa enfatizó en que fue una labor de cooperativismo y que este es uno de los 14 programas que mantiene su facultad en vinculación con la sociedad, en donde convergen también las instituciones gubernamentales a nivel local y nacional.

“Es satisfactorio porque en estos últimos tiempos nuestra universidad ha cambiado su orientación. No solo estamos enclaustrados en las aulas sino proyectándonos en el campo de la práctica”, señaló, a la vez que dejó en claro que la labor de los especialistas en las diferentes áreas ha sido por convicción hasta lograr objetivos como este de reintegrar a los tres ejemplares a su hábitat.

Uno de los responsables del proceso es Fernando Andrade, quien explicó que el procedimiento  realizado consistió en la recuperación de musculación con ejercicios de vuelo sin contacto de la gente. Para conseguirlo se tuvo la cooperación del MAE en la confección de mangas o túneles de entre 40 y 50 metros.

José Pacheco, encargado del adiestramiento, realizó una demostración de cetrería para estudiantes de instituciones educativas básicas y demás público. El vuelo con retorno lo ejecutó con un águila y curiquingue ya domesticados,  explicando que las tres aves del proyecto serán liberadas el jueves 31 de octubre en la reserva de Quimsacocha, ubicada a 35 kilómetros al sur de Cuenca, en un lugar específico que garantizará su vida en libertad, a la vez que permitirá posterior monitoreo del equipo técnico.