Autora: Angélica Ochoa Avilés
El sistema agroalimentario es responsable de un tercio de la emisión de los gases de efecto invernadero de actividades humanas en el mundo, contribuyendo por lo tanto al cambio climático.
Alimentos saludables. Pexels-mike-1192034 |
El sector ganadero contribuye en gran medida, no sólo por la generación de gases de efecto invernadero, sino que también por la deforestación, la pérdida de la biodiversidad y el excesivo uso de agua. La agricultura a gran escala consume aproximadamente el 92% del agua usada por los seres humanos, y un tercio de esta agua se utiliza para el crecimiento del ganado. Además del efecto de la ganadería sobre el medio ambiente, la Organización Mundial de la Salud ha clasificado a la carne roja (ej., res, cerdo, cordero) como potencialmente carcinogénica, y en especial a la carne roja procesada que incluye jamón, salchichas, mortadelas, salami, así como carne enlatada y preparados y salsas a base de carne como carcinógenos del Grupo 1.
Pastoreo animales. Freepik @brgfx |
Es decir que la carne procesada es un carcinógeno comprobado sin lugar a duda debido a la gran cantidad de evidencia científica contundente de que el consumo de este tipo de carne causa cáncer colorectal y se asocia con cáncer estomacal. Preocupantemente, el cáncer de colon y estómago figuran entre los diez principales tipos de cáncer en la población ecuatoriana, haciendo urgente tomar medidas para disminuir el consumo de carnes rojas y en especial el consumo de carnes procesadas.
Carnes procesadas. Pexels-nicolas-postiglioni-1927383 |
Siendo la carne una de las principales fuentes de proteína en la alimentación de la población, es necesario buscar otras fuentes de proteína que, por un lado, disminuyan la contaminación ambiental y, por otro, prevengan el cáncer colorectal. Esto es especialmente importante en Ecuador, un país en el cuál el déficit de proteína de alta calidad en la dieta es un problema recurrente, el cuál es más preocupante en poblaciones de escasos recursos para quienes las carnes procesadas resultan más asequibles.
Algunas de las medidas que podemos seguir para mantener una alimentación más saludable y con un menor impacto medioambiental incluyen:
- Comer más proteínas de origen vegetal. Esta recomendación no implica que todos nos volvamos vegetarianos, sino que limitemos el consumo de proteínas de origen animal, por ejemplo, comenzando por un día a la semana consumir solamente proteínas de origen vegetal (ej., lentejas, garbanzos, chochos)
- Eliminar de la dieta las carnes procesadas
- Optar por alimentos locales y de temporada. Esto evita la contaminación relacionada con el transporte de los alimentos, además de apoyar a los productores locales
En conclusión, optar por una alimentación baja en carnes rojas no solo es beneficiosa para el medio ambiente, sino que además previene el cáncer.
Sobre la autora: Directora del Departamento de Biociencias, Secretaria de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición
Enlaces de interés https://www.who.int/news-room/questions-and-answers/item/cancer-carcinogenicity-of-the-consumption-of-red-meat-and-processed-meat