Diseño, implementación y validación de estrategias para la movilidad activa de niños a la escuela.
Autoras: Adriana Quezada Larriba y Kelly Fernández Ochoa
Niños en el entorno de la Escuela Nicolás Sojos. Fuente: LlactaLAB, 2022.
En Ecuador, el desarrollo urbano disperso y centrado en la movilidad en auto particular ha impactado negativamente a la movilidad activa (a pie y en bicicleta) desconociendo su importancia en las interacciones sociales, significados sociales y culturales que caracterizan el desplazamiento en la ciudad. Este impacto es especialmente fuerte en la población infantil ya que la movilidad activa es su única forma de desplazamiento autónomo, principalmente para asistir a la escuela, y porque pone en riesgo su salud al producir entornos urbanos contaminados y obesogénicos. En Ecuador, la siniestralidad vial es la segunda causa de muerte en niños entre 5 y 12 años de edad, y el sobrepeso y la obesidad son un problema de salud pública que afecta a 1 de cada 3 niños.
Mesa de trabajo con niñas y niños. Fuente: LlactaLAB, 2022.
En el caso específico de la ciudad de Cuenca, el entorno urbano no reúne las condiciones adecuadas para la movilidad activa de los niños a la escuela. De acuerdo con estudios realizados en 20 escuelas de su zona urbana, los entornos escolares presentan bajos niveles de caminabilidad, es decir, son entornos donde las características de la infraestructura peatonal, los usos de suelo existentes, las condiciones de paisaje y estéticas, el tráfico vehicular, entre otros, componen un ambiente inseguro y riesgoso para niños. De hecho, se ha evidenciado que, en la zona urbana de Cuenca, las personas discapacitadas o con limitaciones para la movilidad, no pueden trasladarse de manera continua por la infraestructura peatonal, debido a la presencia de una serie de barreras físicas. La población infantil afectada por estas condiciones es significativa; en Cuenca, aproximadamente 70000 niños y niñas son parte de las instituciones de educación pública.
Taller de teatro participativo. Fuente: LlactaLAB, 2022.
Los programas de Rutas Escolares Seguras han probado ser soluciones efectivas. Es por esto que, desde el 2018 hemos investigado y analizado los entornos escolares de más de 20 escuelas del área urbana. Actualmente, mediante procesos de diseño participativo, propondremos intervenciones de urbanismo táctico en 4 escuelas de Cuenca con la finalidad de crear ambientes seguros para la movilidad activa de niños a la escuela. Estas propuestas serán implementadas, monitoreadas y ajustadas a fin de aportar con evidencia científica para la planificación de ciudades para la infancia.
El proyecto Entornos Escolares Seguros está liderado por LlactaLAB de la Universidad de Cuenca, y en conjunto con la Universidad del Azuay, la Dirección de Gestión de Movilidad y la Empresa Pública Municipal de Movilidad, Tránsito y Transporte de Cuenca del Municipio de Cuenca
Sobre las autoras
Adriana Quezada es investigadora en LlactaLAB - Ciudades Sustentables, en el Departamento Interdisciplinario de Espacio y Población. Arquitecta por la Universidad de Cuenca. Máster en Ciencia y Tecnología de la Sostenibilidad por la Universidad Politécnica de Cataluña. Ha trabajado en estudios multidisciplinarios de asentamientos humanos. Sus intereses se enfocan en el estudio del entorno construido y su influencia en el comportamiento humano.
Kelly Fernández es investigadora en LlactaLAB - Ciudades Sustentables, en el Departamento Interdisciplinario de Espacio y Población. Arquitecta por la Universidad de Cuenca. Su experiencia pre-profesional y profesional se ha enfocado principalmente en el campo de la investigación, en proyectos de sostenibilidad y movilidad. Actualmente colabora en el programa “MoverU” y en el proyecto “Rutas Escolares Seguras”.