Autor: Galo Carrión Andrade
Los años se desarrollan uno tras otro y casi podríamos decir que se trata de un ciclo que se repite interminablemente. Dentro de este, además, podemos identificar épocas totalmente diferenciadas que vienen acompañadas de varios elementos, objetos, colores y sabores que nos indican que ha llegado una temporada específica.
Imágenes Moritz-Knoringer-Unsplash
En este contexto, es cada vez más común que la promoción de la época navideña empiece más temprano en el año y casi a inicios de octubre ya podemos empezar a sentir su lado más comercial en las publicidades que promocionan de forma “inocente” juguetes y otros regalos, sobre todo a los más pequeños, y principalmente a través de las pantallas con las que interactuamos diariamente.
Cris DiNoto-Unsplash
Estos elementos y colores han sido diseñados—entendiendo la palabra diseño, en su acepción más amplia. Estos vehículos de comunicación de la época navideña y de año nuevo siempre hacen referencia a los rojos, verdes, blancos y dorados y relacionados con formas específicas como la estrella, árboles, nieve, botas, bastones de caramelo, lazos y regalos. Localmente, estos colores y elementos vienen, unos, de la tradición cristiana, como los elementos relacionados con el nacimiento de Jesús y otros, de la relacionada con su personaje principal más comercial y sobre todo con su versión más conocida, aquella de la Coca-Cola de 1930 y el imaginario de la blanca navidad del hemisferio norte.
Fotografía Galo Carrión Alvarez / 2006
En un contexto de globalización, estos elementos tienden a estandarizarse en una especie de único mensaje, pero por otro lado también son adaptados y remezclados, en una especie de acto contracultura, en nuestra versión más barroca y andina como parte de expresiones culturales como el Pase del Niño, símbolo cuencano por excelencia, y que introduce nuevos elementos, que crean una manifestación única y diferente, rica en signos y símbolos.
Así, somos espectadores y partícipes de cómo estos elementos toman vida y cambian con el tiempo, se apropian de elementos de la cultura popular y los mass media, y sin darnos cuenta mueren y toman papeles secundarios, para dar paso a otros nuevos que nos recuerdan que empieza un nuevo año.
Sobre autor/a
Galo Carrión Andrade es diseñador por la Universidad del Azuay, con MFA en Visual Communication Design por Indiana University. Es docente en la Universidad de Cuenca de las cátedras de Publicidad, Diseño de embalajes y el Proyecto de Titulación. Sus intereses se relacionan con la tipografía, los nuevos medios y la programación.