Autora: Johanna Armijos Cordero
Los stakeholders, también llamados grupos de interés o partes interesadas son todos aquellos individuos o grupos de individuos que pueden interferir en el logro de los objetivos de la empresa.
Los grupos de interés están captando cada vez mayor atención en los nuevos modelos de gestión, ya que resultan vitales en la efectividad estratégica, así como para asegurar y mantener el valor en el mediano y largo plazo.
La gestión de estos grupos inicia con un proceso de identificación, continúa con la aplicación de procesos de involucramiento, mediante estrategias comunicacionales y finaliza con la maximización del compromiso, satisfacción y confianza en función de los objetivos estratégicos de la empresa, formándose una “espiral creciente” que se retroalimenta continuamente, generando bien común para todos quienes participan en este proceso, bajo la filosofía de “ganar-ganar”.
Los stakeholders, también llamados grupos de interés o partes interesadas son todos aquellos individuos o grupos de individuos que pueden interferir en el logro de los objetivos de la empresa. Se clasifican en internos, como son: empleados, administradores o accionistas mayoritarios, o externos como son: clientes, proveedores, competidores, comunidad y gobierno; incluso hay posturas que incluyen en esta clasificación al medio ambiente. La atención a estos importantes actores se deriva de la gestión en Responsabilidad Social Empresarial, misma que tiene que ver también con el comportamiento ético de las empresas.
La gestión de los stakeholders es importante ya que mejora la reputación de la empresa, permite su efectividad estratégica, así como también asegura sostenibilidad y sustentabilidad para la misma.
Para gestionarlos se debe iniciar con su identificación, lo cual se realiza con un proceso de mapeo, identificando atributos como: legitimidad, poder y urgencia. Aquellos grupos de interés que poseen un solo atributo, mantienen una prominencia baja y se denominan latentes, en aquellos que tengan la combinación de dos atributos, su prominencia es media y se denominan expectantes y quienes posean los tres atributos son stakeholders definitivos, su prominencia es alta.
Una vez identificados, la gestión de los stakeholders continúa con el desarrollo de estrategias comunicacionales que permitan que estos actores pasen de una actitud inactiva (nivel mínimo de información e involucramiento con la empresa) a una postura atenta (alto nivel de involucramiento y bajo de conocimiento sobre la organización) para llegar a una posición activa (máximo nivel de involucramiento y conocimiento sobre la empresa).
Finalmente, es necesario que la atención a los stakeholders forme parte de todos los procesos de la empresa, de su código de conducta, de su normativa así como de su cotidianidad; maximizando así el valor intrínseco que está formado principalmente por: confianza, compromiso y satisfacción, generando beneficios comunes y volviendo a todos partícipes en el logro de los objetivos empresariales.
Sobre autor
Johana Armijos
Ingeniera Comercial, Magíster en Gerencia Empresarial, Magíster en Educación, Docente Investigadora Universidad de Cuenca - Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, candidata a PhD por la Universidad Nacional de Rosario – Argentina.
Ingeniera Comercial, Magíster en Gerencia Empresarial, Magíster en Educación, Docente Investigadora Universidad de Cuenca - Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, candidata a PhD por la Universidad Nacional de Rosario – Argentina.