Autor: Guido Pinos
Foto: Jairo Granda
En la actualidad las ciencias psicológicas y de la salud se han centrado en la atención al enfermo, buscando combatir su sufrimiento y dolor, dejando de lado el mejoramiento del bienestar, la promoción de los denominados factores “salutógenos” (A. Antonovsky, 1987), su desarrollo y bienestar en pro de una superior calidad de vida, con capacidad para afrontar las adversidades que en la vida ocurren.
La salud mental ha sido definida de múltiples formas por estudiosos de diferentes culturas. Para la OMS es “El estado de equilibrio entre una persona y su entorno socio-cultural, que garantiza su participación laboral, intelectual y de relaciones para alcanzar un bienestar y calidad de vida”. Para la Federación Mundial de Salud Mental es “el mejor estado posible dentro de las condiciones existentes” (1962).
La salud mental se construye desde el entorno de crianza, que puede permitir o limitar el desarrollo adecuado del aparato mental. De otra parte, es necesario no separar la relación de la salud mental con la salud física, entre las enfermedades biológicas y las enfermedades mentales existe una evidente conexión.
Marie Jahoda es una de las pioneras en el tema, ella elaboró (1956) un modelo basado en seis criterios para evaluar la misma:
-Actitudes hacia ti mismo: Que hace referencia a la importancia de la autopercepción y el autoconcepto que hemos desarrollado. ¿Cuáles son nuestras habilidades y virtudes? ¿Qué aspectos de nuestra vida tengo que mejorar?
-Crecimiento y autoactualización: ¿qué hacemos con nuestra vida? ¿Cuál es nuestro objetivo en la vida? ¿Qué es lo más importante para nosotros?
-Integración: somos capaces de integrar cada aspecto de nuestras experiencias y de nosotros mismos como propios ¿Cómo soy? ¿Quién soy? ¿ La experiencia, sea positiva o negativa, me ayudó a mi crecimiento personal?
-Autonomía: ¿Las decisiones que tomo provienen de mi propia libertad?
-Percepción de la realidad: ¿Tenemos la capacidad para valorar adecuadamente la realidad, evitando en lo posible nuestros prejuicios sobre el mundo?
-Dominio del entorno: ¿Logro adaptarme rápidamente ante las situaciones cambiantes de la vida?
Lamentablemente este modelo no ha sido adecuadamente desarrollado y ha influido poco en la práctica clínica y en otros campos.
Otros modelos más actuales, como el propuesto por Keyes, incluyen la función social y comunitaria del individuo, y han sido base para el desarrollo de instrumentos de medición de Calidad de vida y Bienestar, lo que ha permitido validarlos. Habiéndose confirmado la correlación entre salud física y mental.
La promoción de la salud mental parte del principio de que todas las personas tenemos necesidades de salud mental para mejorar nuestro bienestar.
La Psicología Positiva se interesa por esta promoción mediante una variedad de estrategias de salud, educación al individuo en las diferentes etapas de su ciclo vital. Para pasar de una bonita teorización a la pràctica es necesario desarrollar investigación en procura de validar los planteamientos antes expuestos y así traducirlos en acciones prácticas.
La Psicología Positiva se interesa por esta promoción mediante una variedad de estrategias de salud, educación al individuo en las diferentes etapas de su ciclo vital. Para pasar de una bonita teorización a la pràctica es necesario desarrollar investigación en procura de validar los planteamientos antes expuestos y así traducirlos en acciones prácticas.
Referencias:
Vázquez C.-Hervás C. (Ed) (2008). Psicología positiva aplicada. Ed. Desclee de Brower. Bilbao.
Weare, Katherine (2000). Promoting mental, emotional and social health: A whole school approach. Londres: RoutledgeFalmer. pp. 12.
Sobre autor:
Dr. Guido Pinos A.
Doctor en Medicina y Cirugía, Especialista en Psiquiatría,
Magister en Investigación en Salud, Certificado en Psicología Social.
https://www.researchgate.net/profile/Guido_Pinos2