Autor: Dr. Guido Pinos A
La actitud es un factor estudiado por la Psicología Social, que podemos definir como una predisposición organizada por la experiencia que regula la respuesta a diversas situaciones.
Fotografía: Esteban Sánchez
Para entender la violencia se deben ser analizar los diversos componentes que la determinan. Se han descrito cuatro tipos de factores que intervienen en la producción de la violencia: distales, disposicionales, relacionales y situacionales. El factor distal comprende lo sociocultural y económico, lo disposicional hace referencia a las características biológicas, actitudes y creencias acerca de la violencia, lo relacional comprende los modelos de enamoramiento e interrelaciones románticas y lo situacional se relaciona con las experiencias que la persona ha vivido y que podrían influenciar en la conducta actual.
La actitud es un factor estudiado por la Psicología Social, que podemos definir como una predisposición organizada por la experiencia que regula la respuesta a diversas situaciones. La actitud tiene como base una evaluación superficial y rápida de la situación u objeto y determina conductas poco meditadas y repetitivas, difíciles de cambiar.
Una actitud es una disposición personal que genera una tendencia a opinar, sentir y actuar ante objetos, situaciones, personas diferentes, normas o costumbres sociales. No debemos perder de vista, que las actitudes, además de su componente personal, están determinadas por el entorno sociocultural, creencias e ideología predominante.
Se han identificado y descrito distintos tipos de actitud: conservadora, normativa, dependiente, naturalista, liberal, negativista, entre otras.
FACTORES ASOCIADOS
Podemos mencionar:
- Sexo: El sexo masculino existe una tendencia a valorar la agresividad y violencia como una característica de su sexo.
- Cultura: En muchas culturas las actitudes hacia la violencia son más permisivas.
- Nivel de Instrucción: Un elevado nivel de educación parece tener un efecto protector sobre el tipo de actitud adoptado por la población.
- Creencias: La probabilidad de actuar o sufrir violencia se incrementa si se acepta a la violencia como un componente natural de la relación de pareja.
- Edad: La etapa evolutiva de la persona influye en el factor actitud, por ej. en la adolescencia hay una actitud ambivalente.
Influencia parental: Hay una correlación fuerte entre la conducta de los padres y la de sus descendientes.
- Experiencias: El haber conocido o haber sufrido experiencias de violencia en la familia o entre personas del círculo personal determina un modelo de actitud y conductas que favorecen las conductas agresivas.
- Factores Sociales: Diferentes autores han destacado el papel negativo de los medios de difusión en la aceptación o rechazo de la violencia (modelado social).
- Eventos negativos recientes: El sufrir situaciones traumatizantes puede favorecer la agresividad.
- Enfermedad mental: en especial en problemas emocionales, alcoholismo, hiperactividad y psicosis.
Las actitudes hacia la violencia son base generadora de conductas agresivas por lo cual debemos considerarlas como objetivo de estudio en nuestro medio, como base para el desarrollo de proyectos de intervención educativa, buscando sensibilizar sobre el tema a la comunidad y en especial a nuestros adolescentes, usando un modelo comunicacional basado en el respeto, evitando los prejuicios discriminatorios en particular en el nivel doméstico. La información no es suficiente para lograr un cambio; debe acompañarse de una adecuada motivación y sobre todo de la enseñanza de Habilidades Conductuales que permitan manejar discusiones y divergencias de una manera reflexiva.
Sobre autor:
Dr. Guido Pinos A. Doctor en Medicina y Cirugía, Especialista en Psiquiatría, Magister en Investigación en Salud, Certificado en Psicología Social.
https://www.researchgate.net/profile/Guido_Pinos2